Studio de l’artiste, Carthagène, Colombie

 

Studio de l’artiste, Carthagène, Colombie

de 1990 à 2000

(Version espagnol seulement)

Por GUSTAVO TATIS GUERRA
EL UNIVERSAL 14 de enero 1998

<< Carson, un canadiense de 40 años vino por primera a Cartagena en un viaje de descanso y quedó atrapado para siempre en los colores que intuía desde hace veinte años viendo caer la nieve.
Se vino a vivir a Cartagena, la ciudad donde sus colores tienen una mayor complicidad con el paisaje y el espíritu anímico. Su taller de Crespo se parece a su propria obra : exuberancia de color, formas que desentrañan los colores del cielo y el fondo del mar.

 

Desde lo alto de su taller el ala de un avión destroza una nube de color púrpura y en el aire flota el perfume de los heliotropos pisoteados por los niños. Su taller tiene el aura caribe : una hamaca de San Jacinto, como si el arcoiris se hubiera quedado en suspenso en su casa, las musaendas dormidas de las cinco de la tardes, las trinitarias ana-ranjadas, las cayenas rojas de un solo día, las campánulas amarillas que ascienden buscando el sol.
Vivir en Cartagena es para él el desafio de cazar colores.

 

Louis Bruens, un coleccionista y estudioso del arte mundial, que conoció a Carson en 1977 no se explicaba cómo el artista podía vivir en Canadá y gestar una obra de luz que semeja la naturaleza prodigiosa del caribe. Ahora, de paso por Cartagena, tiene el privilegio de reencontrarse con la madurez de unos colores que desde un principio se propusieron el riesgo de la autonomía y buscaban parecerse a la pasión que siente por la naturaleza.

 

Carson confiesa que no pinta figuras ni abstracciones. Las criaturas deambulan por entre ráfagas de colores, plantas y criaturas dotadas de gozosa y festiva vitalidad. Esos colores a la intemperie que enceguecen los ojos de Bruens, emergen también de los lienzos de Carson. Él necesita del color. Por eso vive en Cartagena >>.